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miércoles, 29 de marzo de 2017

Una parte de la historia de Ferrol

   En los entornos de Ferrol ya habia asentamientos en el período Neolítico, entre los años 5000 y 2500 A.C.
   Del tradicional e intenso contacto marítimo entre los habitantes de Galicia, Irlanda, occidente de Francia y Gran Bretaña, surgió una cultura conocida como el bronce final atlántico. En este momento hacia el 1500 A.C. cuando se comienzan a crear los primeros poblados calcolítocos, se empieza a hacer uso de los primeros metales (el bronce) y surgen las representaciones pétreas conocidas como petroglifos. Es en las inmediaciones de Ferrol, en el monte Chamorro, donde se registran las agrupaciones de petroglifos más destacables de este período en estas tierras.
Avanzando tecnológicamente, hacia los años 900-800 A.C. el hierro se impone como metal más resistente, se abre así la Edad de Hierro. El tipo de yacimiento mas característico "los castros" cuyas ruinas- algunas de ellas extraordinariamente bien conservadas - salpican el territorio ferrolano. Más de una docena de ellos son visibles como los de Lobadiz y Santa Comba, castros situados en cimas de colinas como los de Tralocastro, Croa de Fontá o Santa Mariña y en estos de blancura como los de Leixa o Gafos.
   Sabemos que estas fortificaciones pertenecían a los celtas o galaicos.
   Sea como fuese, estas fortificaciones y sus poblaciones pasaron a pertenecer al Imperio Romano definitivamente desde que Octavio Augusto se impuso mititarmente hacia el 19 A.C. Como la mayor parte de castros galaicos, en tierras ferrolanas estos siguieron habitados, aunque, si bien es cierto, este tipo de poblamento iría desapareciendo en favor de un tipo de explotación romana la villae.
   Formando parte de la provincia romana de Gallaecia, las villae que entre los siglos III-VI se establecieron en la explotación pesquera y conservera. Ejemplo de ello son los yacimientos arqueológicos de la villa de Noville (Mugardos) y Cariño (Ferrol) la primera villa a mare tardoromana y la segunda una factoría de época imperial.
   En el 411 termina la dominación romana. Llegan de la Galia los suevos- un pueblo germánico y asumieron el gobierno de la Gallaecia. Su monarca Hemerico (409-438). En este periodo grupos de britanos se instalaron en las inmediaciones de Ferrol.
   En el 569 con el rey suevo Teodomiro aparece la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol.
La referencia más antigua que se conoce de Ferrol data del siglo I, en el que el historiador romano Pomponio Mela hace referencia a las rías de Ferrol, Pontedeume y Betanzos. Donde hoy se asienta Ferrol Vello, se levantó un castro costeiro, origen de la actual ciudad de Ferrol. Ferrol se transformó en un poblado marinero y pescador de cierta entidad alrededor de la antigua iglesia parroquial de San Xiao. En sus orígenes fue villa y gozó de diferentes foros y privilegios concedidos por los monarcas desde el siglo XII.
   En 1371 Ferrol pasó a depender del señorío de los condes de Andrade. Su puerto estuvo abierto a las rutas marítimas de esta época.
   A Partir del siglo XVI las buenas condiciones de la ría y su localización estratégica llamaron la atención de la Corona de los Borbones convirtiéndola en puerto y en lugar de llegada y fondeo de la Armada Real. El castillo de San Felipe fue construído en 1577 y desde él partía una cadena que impedía el paso a los navíos hostiles.
   La ciudad es designada en 1726 en Capital del Departamento Marítimo del Norte. A partir de 1749, durante el reinado de Fernando IV, se produce la creación de los astilleros y del Arsenal Militar, con capacidad para 100 navíos, y la construcción de una nueva y moderna ciudad, trajo consigo la llegada de trabajadores para acometer las obras, y se convierte Ferrol en poco tiempo en la ciudad más poblada de Galicia. El 25 de Agosto de 1800 se produce el fracasado intento de apoderarse de la ciudad por parte de más de cien barcos y 15000 hombres de la Armada inglesa comandados por el almirante Warren. Napoleón celebró la derrota inglesa brindando "por los valientes ferrolanos".
Durante el siglo XVIII, el Ferrol de la Ilustración fue la puerta de Academicismo en Galicia. Se acentuó el peso de la industria naval y dió lugar a un notable patrimonio industrial que legó a nuestros días en forma de dos importantes astilleros, heredados de los mandados construir por la corona en el Siglo de las Luces. En Ferrol se realizó la botadura del primer barco a vapor de España en 1858; en 1881 la del primer barco con casco de hierro y. en 1912 Alfonso XIII presidió el lanzamiento a la ría el primer navío acorazado, de nombre "España".
   Después de años de crecimiento industrial siempre ligado al naval, la década de los ochenta del siglo pasado marca un antes y un después de la historia de Ferrol. Desde 1982 hasta finales de los noventa la ciudad se enfrentó a numerosos problemas debido al declinar del sector naval. El principio del nuevo milenio, con todo, fue en general un tiempo de relativa expansión económica y prosperidad. La llegada de la autopista del Atlántico, y la construcción de El Puerto Exterior supusieron un importante impulso para la ciudad y toda su comarca.

3 comentarios:

  1. Muy interesante la historia de nuestra ciudad,muy buen trabajo,un saludo. Emilio.

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  2. soy alicia muy bueno lo del entierro de la sardina Alicia

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